martes, 17 de enero de 2012

Breves notas sobre ecología política

Esta entrada se configura en base a la información obtenida de una entrevista publicada por Vegamediapress a Florent Marcellesi sobre Ecología Política; un movimiento que defiende una trasformación ecológica, social y ética de la sociedad.

¿Qué implica la ecología política?
  • Desmantelamiento de la lógica social del consumismo.
  • Inversión masiva en tecnologías y energías limpias, en la mejora de los ecosistemas y en los sectores sostenibles (New Deal Verde), la autosuficiencia energética y la soberanía alimentaria.
  • Uso masivo de la reducción de la jornada laboral y del reparto del trabajo, incluyendo el de los cuidados así como redistribuir la riqueza a través de una renta máxima, una renta básica de ciudadanía y una fiscalidad sobre los capitales y los recursos naturales.
  • Regulación drástica del sector financiero y conversión de la “banca ética” en norma para el sector bancario.
  • Construcción de una macroeconomía ecológica que integre las variables ecológicas y donde la estabilidad no dependa del crecimiento, la productividad del trabajo no sea el factor determinante y que supere definitivamente el PIB como indicador principal de riqueza. Ello requiere la puesta en marcha de una democracia participativa y ecológica.
¿Cuál es su esencia?
  • Es un sistema de pensamiento global y autónomo que busca alcanzar a la vez justicia social y ambiental, para las generaciones presentes y futuras, extendiendo el concepto de solidaridad al resto de seres vivos y no humanos.
  • Responde a unas necesidades históricas concretas marcadas por las múltiples crisis actuales: ecológica, social, democrática y ética, dicho de otro modo una crisis civilizacional.
  • Ante la oportunidad y necesidad de cambio que trae consigo el siglo XXI, el mayor reto de la ecología política es promover una sociedad donde seamos capaces de ser felices como seres humanos, dentro de los límites ecológicos de un planeta finito y de forma democrática.
  • No existe un crecimiento infinito en un planeta finito. Salir del dogma del crecimiento y de la dictadura del PIB, reducir drásticamente nuestra huella ecológica o combinar justicia social y ambiental dentro de los límites del planeta son las bases del ecologismo político y social.
  • La ecología política se refiere al conjunto de valores, propuestas e ideas que conforman la ideología verde. Es utópico es pensar que podemos seguir viviendo en un sistema socio-económico por encima de los límites ecológicos del planeta (si todas las personas de este mundo vivieran como los españoles, ¡necesitaríamos tres planetas!). Tarde o temprano tendremos que volver a un flujo de material y energía acorde con la biocapacidad de la Tierra.


EQUO
ECOLOGÍA POLÍTICA EN ESPAÑA
Equo ha despertado mucha ilusión; unas 215.000 personas han votado a Equo como opción política en solitario, lo cual es una muy buena señal de cara al futuro y anima a todos sus miembros a continuar trabajando para ser más fuertes en las próximas convocatorias electorales. El resultado no ha sido el ansiado pero sí óptimo, en mi opinión, teniendo en cuenta la escasez de medios económicos (ya que el partido se ha negado a seguir la práctica de la solicitud de créditos bancarios), el escaso interés de los medios de comunicación por dar a conocer nuevas opciones políticas (lo que ha repercutido en que mucha gente aún a día de hoy desconozca EQUO) y la injusta ley electoral que ahoga a los partidos minoritarios.


EL ECOLOGISMO POLÍTICO ANTE EL NUEVO PANORAMA POLÍTICO ESPAÑOL
Tras el discurso de investidura y la formación del gobierno, Equo alberga pocas expectativas. El nuevo gobierno está formado por representantes de los mercados especulativos, ex directivos de empresas armamentísticas y defensores de lobbies. Por ejemplo, se ha dado a De Guindos la cartera de Economía; a un ex Lehman Brothers: banco especulativo causante, en gran medida de la crisis en la que nos encontramos. 
Por su parte Arias Cañete, el nuevo ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, siempre se ha caracterizado por su defensa de los lobbies agrícolas frente a las políticas medioambientales. Además es escandaloso que haya desaparecido la secretaria de Cambio Climático, en un momento en el que la lucha contra este problema, que amenaza al planeta, es fundamental y debería ser prioritaria. 
Por último que un ex directivo de empresas de armamento, como Pedro Morenés, ocupe la cartera de Defensa, tampoco se presenta como una buena opción y plantea muchos interrogantes sobre su idoneidad para desempeñar esta responsabilidad.

NEW DEAL VERDE:
Parte de la consideración de que la actual crisis a la que nos enfrentamos debe entenderse como una oportunidad de transformar nuestro sistema económico y social para que ofrezca a las siguientes generaciones un futuro basado en la estabilidad, la suficiencia del abastecimiento y la sostenibilidad.

Se apuesta por una revolución de los recursos para dejar atrás nuestra tendencia actual de
sobreexplotación y destrucción ambiental.

Se aboga por convertir a la Unión Europea en un espacio libre de transgénicos.

Una parte primordial de la agenda verde se centra en alcanzar un alto nivel de protección de los animales. Europa necesita unos niveles de protección mucho más elevados, tanto para los animales domésticos como salvajes. 

Se aboga por seguir trabajando para poner fin al transporte a larga distancia de animales, conseguir unas normas de bienestar más estrictas para la ganadería y una mejor aplicación de la legislación existente sobre bienestar animal. Se busca establecer las bases necesarias para que se detenga el comercio de pieles y que se sustituyan los ensayos con animales por otras alternativas.

Además de todas estas cosas, el manifiesto presenta toda una serie de medidas relativas al plano social. 

Los extractos aquí citados son sólo una muestra, el documento en PDF recomiendo que sea consultado directamente en: http://europeangreens.eu/fileadmin/logos/pdf/Manifesto_in_Spanish_final.pdf

*Azulina*

domingo, 15 de enero de 2012

Esclavitud en el siglo XXI

Que la teoría suele ir por un lado y la práctica por otro es algo que imagino que a estas alturas todos intuimos. A nadie se le escapa que fechas que constituyen hitos en nuestra historia, acaban limitándose a ser meras declaraciones de intenciones que apenas han servido para que recordemos que uno de los objetivos más importantes que la humanidad debe tener en mente es hacer de este un mundo más empático, concienciado y responsable con todos nuestros semejantes, con el resto de seres vivos y con nuestro entorno.

Es lo justo; no sabemos por qué estamos aquí y dudamos de nuestro papel en el universo pero como seres pertenecientes quizás a la especie más evolucionada de este mundo tenemos cuanto menos la obligación moral de ser consecuentes y responsabilizarnos de una vez de todos nuestros actos tanto individuales como colectivos. Esto incluye más que otra cosa rectificaciones y enmiendas a tantos errores que venimos arrastrando y hemos querido tapar bajo la alfombra como si aún arrastrásemos la minoría de edad mental.

El origen de la esclavitud se remonta a la noche de los tiempos y con el devenir de los años ha ido adoptando las más insospechadas formas. Condensar en un artículo todas y cada una de las que actualmente perviven es tarea imposible de manera que he optado por ofrecer unas pinceladas más o menos detalladas de las que a mi juicio son más destacables repartidas en tres ámbitos: la esclavitud humana, animal y medioambiental.

Antes de empezar quisiera remarcar mi opinión de que la solución a todos estos problemas es sabida por todos y no es ningún misterio: todo pasa por la consecución de una mayor sensibilización desde los ámbitos familiar, de la ciudadanía y de la educación que conllevaría replantearse patrones de conducta arraigados y también, por ejemplo, recursos cinematográficos y publicitarios que transmiten estilos de vida y modelos de comportamiento poco comprometidos con el fin de los males de nuestro tiempo.

El Informe sobre la Trata de Personas de 2011 revela que hay entre 200.000 y 400.000 mujeres que ejercen la prostitución en España, en más de 3.000 establecimientos. Según informes de prensa y funcionarios del gobierno, aproximadamente el 90 por ciento de las mismas son víctimas de la prostitución forzada y están controladas por redes organizadas que operan en todo el territorio nacional. 

Las recomendaciones que nos llegan a propósito pasan por medidas tajantes como el suministro de datos completos sobre procesos judiciales y convicciones por trata y la aseguración de su desagregación del contrabando y otros delitos de la prostitución así como por el juicio y la sanción con dureza a todos los funcionarios públicos cómplices en los delitos de trata.

Otras formas en las que cosificamos a otros seres humanos vendrían representadas por el tráfico de órganos, la explotación infantil en fábricas del tercer mundo o determinadas pautas de conducta imperantes en algunas sociedades que chocan y aplastan los derechos de determinados colectivos. Sin embargo, no es menos preocupante la expansión de la autoesclavitud. Con esto me estoy refiriendo al poder que ejercen en nuestra sociedad occidental sobremanera dos prácticas muy relacionadas entre sí: el materialismo y el consumismo.

Es por todos sabido que nuestra sociedad occidental, a medida que ha ido ganando posiciones en cuanto a la calidad de vida, parece haber retrocedido posiciones en la escala del desarrollo personal. Los avances materiales han ido de la mano de un retroceso cultural, intelectual y una crisis de valores que ha potenciado y amplificado comportamientos y consideraciones injustos como el tanto tienes tanto vales, la frivolidad, etc. 

El poder del dinero y la ausencia de inquietudes generalizada por el compromiso social en cualquiera de sus innumerables vertientes han dado origen a una sociedad vacía; sin nada que aportar al progreso de la humanidad. La vida ha querido hacerse simple y se ha pasado a equiparar la felicidad con la plenitud material. La evolución de nuestra especie ha llegado a este punto en el que la mayor meta de muchos de sus miembros es, por poner un ejemplo, hallarse en posesión de la última novedad de Apple.

Esclavitud animal:
En lo referente a este tema el problema subyacente es el mismo; los seres humanos hemos puesto en primer lugar el beneficio económico; la reducción de costes y el aumento de los beneficios frente a la apuesta por un comportamiento ético que no pusiera la balanza tan en desventaja a un proceso de cría y sacrificio ético para los animales destinados al consumo.

Hacer justicia ante esas situaciones es uno de los principales retos de este siglo. A pesar de las reglamentaciones, en las empresas cárnicas se siguen violando los derechos del animal; muchos sobreviven en condiciones de hacinamiento desde que nacen (aves) en naves industriales en las que son tratados como objetos. Otros ejemplos serían la realidad de las industrias peleteras o los espectáculos públicos que aún conllevan vejaciones y maltrato animal.

Corregir los métodos desacertados que aún se emplean en mataderos y granjas de explotación, apostar por la reconversión de empresas que amparan e implican maltrato animal en o para sus actividades o la vigencia de algunos sectores es un tema al que tarde o temprano tendremos que hacer frente.

Por destacar alguno a modo de ejemplificación me referiré al caso de la peletería. El empleo en nuestros días de las llamadas pieles de lujo; es decir las de aquellos animales que han sido sacrificados nada más que por su piel o una pequeña parte de la misma (como sucede con las chinchillas) es un claro rasgo de arcaísmo. Al margen de esto, la funcionalidad que puede ofrecer es similar a las pieles derivadas de animales que han sido sacrificados por el aprovechamiento múltiple de su cuerpo e incluso a los productos que la industria de las pieles sintéticas nos ofrecen en la actualidad. Vuelvo a reiterar: ¿por qué no apostar por un estilo de vida lo más respetuoso posible con nuestros iguales, con el resto de especies y con nuestro entorno?.

Esclavitud medioambiental:
La diferencia básica entre el ser humano y el resto de animales es su capacidad de adaptar el medio para sobrevivir en él; por el contrario, el resto de especies desarrollan cambios que les permiten adaptarse a las condiciones del medio en el que viven. Es esta diferencia una de las claves del por qué ha llegado nuestra especie a donde ha llegado. Sin embargo, hemos llegado también a un punto en el que la posesión de esa habilidad nos ha confundido y nos ha llevado a sentirnos que estamos por encima de medio que al fin y al cabo sustenta nuestra existencia.

Las deforestaciones masivas en reservas y áreas protegidas que se ejercen impunemente bajo los más diversos pretextos y con el beneplácito de gobiernos inoperantes, la esquilmación de los caladeros, la sorprendente negativa de los líderes mundiales a apostar por modelos energéticos limpios son algunos de los ejemplos más conocidos de una lista casi interminable de perjuicios medioambientales que causamos con nuestro hacer irresponsable e inconsciente.

Quisiera incorporar aquí un mensaje sacado de una reciente conferencia sobre ecología política que resume a la perfección esa realidad que hemos optado por evitar ver: “no existe un crecimiento infinito en un planeta finito. Es utópico pensar que podemos seguir viviendo en un sistema socio-económico por encima de los límites ecológicos del planeta.” Es por todo esto que, bajo mi punto de vista, otra de las metas del ciudadano de este siglo debe ser la conciliación de las actividades humanas con la preservación medioambiental, no es tarea imposible y las circunstancias, nos apremian a ello.

Las plantas son capaces de producir sus propios alimentos a través del proceso químico de la fotosíntesis, gracias al cual, expulsan el oxígeno necesario para que el resto de seres nos mantengamos vivos, las funciones de las diferentes especies (productores, consumidores: herbívoros, carnívoros primarios y secundarios y descomponedores) aseguran el mantenimiento del equilibrio natural y perfecto de los seres vivos.

Una hipotética extinción de insectos como la abeja o la hormiga llevaría al fin de muchas especies vegetales y animales y según los expertos las consecuencias de esos hechos podrían ser dramáticos. Sin embargo, una eventual extinción del ser humano fue analizada en el documental La Decisión de Gaia, en el que se muestra que en términos ecológicos no pasaría nada, ya que aportamos poco a los ecosistemas en los que vivimos, sólo gastamos, somos los grandes consumidores y nadie nos consume (somos el gran depredador).

En el resto de términos, la vida en el planeta mejoraría. Todas las apreciaciones están siendo reflejadas en los documentales La Vida sin Nosotros y La Tierra sin Humanos. Uno de tantos esfuerzos encaminados a hacernos ser conscientes no sólo de la grandeza de muchas de nuestras acciones sino también del profundo grado de negligencia e indiferencia presente en muchos de nuestros actos, ¿qué nos impide rectificar?.

_Azulina____